viernes, 9 de julio de 2010

AXIOMÁTICA

NOTA: Una aclaración pertinente y necesaria antes de empezar la lectura. Con miras a simplificar el inicio del texto y poder lograr el cometido final propondremos por significación de: a) Axioma: Enunciado que parece valer para un concepto supuesto. b) Axiomática o sistema axiomático: Conjunto de tales enunciados acerca del supuesto. c) Postulados: Afirmaciones aparentemente valederas, pero de carácter singular –responden a una sola ciencia o materia-. d) Fractal: Objeto geométrico o no, que tiene por necesidad dos nociones básicas: auto-similaridad y dimensión. Tiende a expresar formas infinitamente complejas. e) Juegos de lenguaje: Entendemos por esto, todos los modos de utilización del lenguaje oral y escrito.[1]

________________________________________________

Desde tiempos antiguos, se habla de axiomas, series lógicas, postulados y demás, en Aristóteles encontramos los primeros vestigios de estos términos; Euclides, poco tiempo después, presenta sus 465 proposiciones de una cadena lógica[2]. Este aspecto histórico es bastante relevante pues aun hoy en día nos seguimos planteando estos términos y, además sostenemos un fracaso inminente de dichas consecuencias igualmente lógicas que se desprenden de la evidencia citada anteriormente como axiomas, series lógicas, etc. Este colapso de la ciencia y la filosofía nos lleva a problemas contemporáneos de orden intrínsecamente importantes en sí; pues representa la petición desesperada de un replanteamiento de la característica de universalidad[3] a la que pretende toda ciencia con cualquier tipo de vínculo con la matemática o la lógica.

Una de las tantas formas pensadas para superar dicho fracaso es la legitimización del juego del lenguaje con el cual se expresan, para esto, cada rama de la ciencia evolucionó su juego de lenguaje clásico y básico, a un nivel más elevado, dando así, la creación de un juego de lenguaje científico, que tiene como fin buscar una generalidad dentro de cada rama científica donde es aplicado. Con muchas falencias resueltas por la aproximación a la universalidad, se induce a un nuevo traspié. La generación de sistemas axiomáticos capaces de enunciar coherentemente los nuevos juegos de lenguaje científicos, terminan causando una pluralidad de <<sistemas formales>> que desatan una inconsistencia que anula su validez. Aunque los gremios de expertos de las diferentes ramas apoyaban dichos sistemas por su validación con respecto a la ciencia, no respondían de forma satisfactoria entre sí, puesto que, la pluralidad lingüística alcanzada marcaba un claro enfrentamiento entre el lenguaje mismo.

En la búsqueda de la universalidad de la ciencia se crea un nuevo juego de lenguaje denominado: meta-lenguaje.[4] Este pretende unificar la ciencia en su sentido más elemental; con un sistema lógico organizado y objetivo, que apunte a la abstracción completa[5] que lo convierta en objeto sin precedente alguno. Para eliminar todos los aspectos subjetivos que puedan generarse a partir de él, se elimina el concepto de palabra[6] y se instaura en cambio de ella el término; con esto se evita profundizar en aspectos que no corresponden a un meta-lenguaje. Estos términos son entonces caracteres singulares que se pueden representar por un símbolo cualesquiera o por una letra de cualquier alfabeto, y aun así, no cambiase para nada el sentido lógico del meta-lenguaje. Para esto un ejemplo:

( p כ q ) Ξ µ “p entonces q si y solo si µ”

Un polígono es triangulo, si y solo si, tiene tres ángulos

__________________________________________________________

( β כ Ω ) Ξ α “β entonces Ω si y solo si α”

Un polígono es triangulo, si y solo si, tiene tres ángulos

Este meta-lenguaje que representa la exaltación de la abstracción humana, sería entonces: La Lógica, que representaría la sucesión organizada de ordenes pensadas para que no se contradigan y sean compactas, proporcionando validez al sistema, que busca ser preciso y no dejar ninguna fractura en la teoría para caer en errores o fugas. La búsqueda de la precisión se hace mediante un orden jerárquico que obedece a la importancia en cuanto a la validez de una orden a otra. Por esto, estableceremos el orden jerárquico de la siguiente manera: 1) Sistema axiomático 2) Axiomas 3) Meta-lenguaje 4) Postulados 5) Caracteres 6) Ordenes singulares. Siguiendo el orden racional anterior, plantearíamos que todo el conjunto de axiomas, que son los enunciados validos de la lógica, responden entre sí como un todo consistente e independiente[7], sin contradicción y que no den pie a fugas; estos conforman –si logran su cometido- un meta-lenguaje que permite la objetividad y la rigurosidad suficiente para ser universal. Otro requisito de este meta-lenguaje, es que debe ser lo suficientemente moldeable para poder ser aplicado a cada caso especifico en cada una de las ciencias. Este meta-lenguaje contiene los postulados, que son afirmaciones aparentemente válidas, mas sin embargo singulares, pues acatan solo a determinada ciencia y no se podrían hacer universales. Llegado a este punto, seria la implementación de un sistema completamente abierto y extenso de caracteres simbólicos[8] que representan para cada particular un postulado, en este orden de ideas, podríamos decir que para la expresión “a → g”, “a” valdría en etología: “perro” y “g” valdría en la misma: “cuadrúpedo”, por lo tanto, “Si perro, entonces, cuadrúpedo”[9]. Por último las órdenes singulares o conectivos senténciales[10]: estas son como se expuso anteriormente (→) conectores lógicos que denotan estado de cohesión y coherencia dentro del enunciado determinado. Así, (.) significa “y” y (~) significa “no”, entre otros no -profundizaremos, puesto que no es el caso-[11].

La situación se torna realmente compleja cuando intentamos establecer las normas que rigen los principios y las ordenes del sistema axiomático pues este, al obedecer a un meta-lenguaje, debe representar el máximo estadio de consistencia, independencia y solidez[12] -dentro de las ciencias-, pero al plantearnos esto caemos en la primera dicotomía de la teoría. ¿Qué orden debe llevar a la correcta construcción de un sistema axiomático? ¿Primero se deben plantear los axiomas y con estos dar paso al sistema axiomático complejo? O ¿Debemos primero experimentar y practicar con el sistema para desarrollar los axiomas y de estos el sistema axiomático? Estas preguntas ya se las respondieron Lyotard y Wilder, quienes no opinan diferente,[13] más sin embargo, tampoco opinan lo mismo. Lyotard propone un mayor estudio para definir válidamente cual proceso es el mejor, pero Wilder, asevera que solo de la práctica primera de los conceptos, se pueden elaborar axiomas. Ante esta inconformidad nos encontramos de frente a la necesidad de plantear una axiomática de la axiomática, o en otras palabras, una meta-axiomática. Abriendo las puertas a un nuevo problema.

Esta petición nace del perentorio fracaso de la axiomática de no poder ser aplicada a sí misma, por lo que se anula todo tipo de rigor científico en sí, pues, como se plantean los conceptos en un principio y como se los sostiene en este estadio, son especulaciones de validez. No hay ningún proceso lógico y ordenado que permita establecer una axiomática coherente de sí misma. Estamos, entonces, en la necesidad de generar un sistema axiomático que sea aplicable a sí mismo, o que sea superior al ya planteado sistema axiomático de la lógica contemporánea. Si analizamos lo anterior terminaríamos diciendo: la axiomática es un fractal. No hay punto en el cual se detenga –por ahora-. Una breve argumentación de esto –si vemos la definición de la nota aclaratoria del principio- es que un sistema axiomático que responde a otro guarda auto-similaridad, pues debe obedecer las mismas normas, además, compartiría –con los fractales- el concepto de dimensión, pues sería un sistema axiomático, idéntico –puesto que siguen las mismas leyes- a otro sistema axiomático y así sucesivamente, hasta que se transforme en una forma lógica organizada infinitamente compleja, si es que es está alcanzable.

Vemos entonces como la lógica ha fracasado en su búsqueda de universalidad, pues como lo expuso ya Gödel, el método axiomático tiene demasiadas limitaciones y aun más cuando se aplica a sistemas complejos. Por esto sería entonces la axiomática válida solo en campos extremadamente delimitados y precisos, y sería como expuso Russell ya de la matemática pura, que es aquella ciencia de la que uno no sabe de lo que está hablando ni si lo que está diciendo es verdad[14], comentario al que se sumaría perfectamente el de Grassman: Las ciencias formales se caracterizan por el hecho de que sus únicos principios de procedimiento son reglas de la lógica, así como por la circunstancia de que sus teoremas no son > ningún aspecto del mundo existente, sino > cualquier cosa postulada por el pensamiento.[15]

¿En qué punto detenerse? El desarrollo de una meta-axiomática que sea capaz de corregir el curso dado, ya por la axiomática corriente es una carencia plausible. Necesitamos examinar con especial detenimiento pues tiende a consumirse como un círculo vicioso. Este punto aunque significa un fracaso a la ciencia y a la filosofía, representa una alegría de poder seguir avanzando, pues se debe partir –aunque en este momento está más que visto- de imperfecciones y fracturas en las teorías científicas y filosóficas para avanzar, desarrollar y pulir cada vez más las tesis que estas presentan con rigor. Pues solo de la crítica se pone en crisis las teorías y de las crisis, ya nos enseñó la historia, es que salimos adelante con mayor efectividad; además, debemos partir del principio de imperfección científica para avanzar constantemente, teniendo siempre claro, que si consideramos un objeto como terminado y perfecto, no poseemos las suficientes bases, ni teóricas, ni practicas para mejorarlo.

_____________________________________________________________

[1] Para sentar las bases teóricas de a) y b) remítase a: Raymond L. Wilder. El método axiomático. Capitulo 5: La fuente de los axiomas. Página 48. Para encontrar teoría de c) remítase igualmente a: Rubiano, Gustavo. Fractales para profanos. Universidad Nacional de Colombia. Primera Edición 2.000. Páginas 1 a 13. Para e) remítase: Wittgenstein, Ludwig. Philosophische Untersuchungen o Investigaciones filosóficas. Parte I. Páginas 23 a 24.

[2] Nota tomada de: Raymond L. Wilder (…) Op. Ct. Página 36.

[3] Este concepto no está puesto por azar, pues con él se pretende demostrar el carácter de totalidad que pretenden tener las comúnmente llamadas ciencias exactas.

[4] Este responde a la pauta básica de todos los juegos de lenguaje, pero pretende ser quien jerarquice todos los demás, por lo que apunta a ser el lenguaje que esta tras todos los lenguajes.

[5] Es necesario dejar en claro lo que representa este nuevo concepto dentro de la obra. Entendamos entonces, por esto, un sistema no relacionado de: caracteres –fonemas, grafemas, morfemas, etc.- versus etimologías; que sea además inrelacionable con la creación de juegos de lenguaje que cambien sus normas –el sistema axiomático al que responde-, mas siempre dispuesto a acoplarse –por su nivel de abstracción- a cualesquier necesidad que surja en la ciencia.

[6] Entiéndase palabra como secuencia lógica organizada de caracteres con significación determinada que alude específicamente a un juego de lenguaje menor, y que, por consiguiente, tiene una etimología arraigada a una determinada cultura, lo que permea la objetividad a la que se busca llegar.

[7] Raymond L. Wilder (…) Op. Ct. Página 55. 3. La independencia de los axiomas. Como una breve significación de este término podríamos afirmar que: Representa la separación entre un axioma y otro, puesto que, cada uno es válido por sí mismo y en función de si mismo; con la característica de que cada axioma agregado al sistema axiomático debe aportar información nueva, sea de orden imperativo o experimental. Esto con el fin de no caer en redundancias que propulsen un estado de crisis por contradicción, por esto, se dice lo estrictamente necesario y no se dice más.

[8] Estos caracteres simbólicos tienden a ser: 1. El abecedario común occidental 2. El alfabeto griego 3. Caracteres singulares desarrollados para cada ciencia.

[9] Nota aclaratoria: En caso tal de que exista un perro que no posea sus cuatro extremidades, no significa que el enunciado este mal, solo que los casos particulares de individuos o agentes no lo alteran.

[10] Raymond L. Wilder (…) Op. Ct. Página 70.

[11] Una aclaración pertinente seria decir que dichos conectivos senténciales aunque son básicamente los mismos, pueden cambiar, aunque solo de forma simbólica, puesto que conservan la significación y validez.

[12] Solidez, representa a diferencia de consistencia –que es intrínseca al lenguaje mismo-, estabilidad del lenguaje con respecto a la ciencia como tal, o en otras palabras, la consistencia del lenguaje fuera de sí.

[13] Lyotard, Jean-Franςois. (…) Op. Ct. y. Raymond L. Wilder (…) Op. Ct.

[14] Raymond L. Wilder (…) Op. Ct. Página 50.

[15] Raymond L. Wilder (…) Op. Ct. Pagina 38. A la ves citado de: “E.Negel, The formation of modern conceptions of formal logic in the development of geometry”, Osiris, vol 8 (1939), pp. 142-222, pp. 169-172.

miércoles, 16 de junio de 2010

LA ILUSTRACIÓN, UNA CRÍTICA

La Ilustración en la contemporaneidad representa un periodo de la razón humana ya superado, pero si la intentamos encajar en algún tipo de significación actual, lograríamos aproximarnos de forma amplia diciendo que es una de las cuatro corrientes filosóficas principales de la modernidad. Acercándonos más al término como concepto, propondríamos La Ilustración como un pensamiento mediador entre el empirismo y el racionalismo, que logra de manera sintética, instaurar una nueva brecha a seguir sin lugar a extremismos conceptuales ni filosóficos. La Ilustración además de intentar mediar entre el racionalismo y el empirismo en el siglo XVIII, adopta una postura radical anti-cristiana donde se encaran los problemas de la época, con pseudo-valores adquiridos por la sociedad occidental de las costumbres y la moral judío-cristiana. Uno de los aspectos más importantes, y por tanto no el único, es la Enciclopedia que representa el sentido más puritano de la época, pues pretende abarcar de forma vasta el mayor conocimiento posible, y organizarlo en orden alfabético.

Dando un pequeño abrebocas de que es La Ilustración, intentaremos en el siguiente trabajo esbozar de forma correcta las falencias de esta; teniendo presente un eventual fracaso de las ciencias absolutistas en la modernidad –Un claro ejemplo de esto, es el fracaso de la lógica-. Por esto abordaremos problemas cómo la falta de coherencia entre la teoría y la práctica; además basando nuestra crítica en el Fausto de Goethe, expondremos el por qué de la malversación de la práctica en La Ilustración.


* * *


La ilustración, que en muchos sentidos aportó al desarrollo intelectual del hombre, será abordada en esta oportunidad desde los problemas que presenta, pues solo así, se la podrá superar de una manera asertiva. Por ello buscaremos dos de estos problemas que susciten especial atención para lograr desde hay erguir un pensamiento pos ilustrado[1]. Uno de los problemas a tratar es la falta de coherencia entre las obras publicadas por los autores y su aplicación en el ejercicio de su profesión, el otro ha de ser la falta de la experiencia como asertiva forma de vida, que tiene clara la necesidad inminente de la razón, siempre buscando un equilibrio entre lo empirista y lo racionalista, sin olvidarnos, claro está, que la filosofía de La Ilustración se detiene en postularse como una mediadora entre estas dos antagónicas corrientes, aunque se queda sólo en la teoría. Esto procederemos a explicarlo tras evacuar el problema de coherencia, teoría-practica.

Buscando un primer impulso para desentrañar este proceso que nos presenta una dicotomía bastante peculiar, propondremos un caso concreto citando al texto base[2], con respecto al ejemplo que proponen de este problema: “El caso más impresionante es el del cura Meslier, quien fue toda su vida un sacerdote ejemplar para sus feligreses y nunca despertó la menor sospecha de heterodoxia o ateísmo, y que dejó después de su muerte uno de los manuscritos más radicalmente ateos y anticristianos de la época, cuya publicación causo sensación.” Lo que acabamos de ver, implica una evidente ruptura entre el pensamiento ilustrado y la aplicación de este, que demuestra claramente una tendencia hacia la no correlación en su época, asimismo se halla en contraposición de uno de los ideales más elevados de la ilustración, según el cual, el progreso publico del saber y la cultura es capaz de liberar al hombre y suprimir todos aquellos yugos que terminan por convertirse en los males de la sociedad.

Si tomamos lo anterior, muy pocos autores a lo largo de la historia de la filosofía se han comportado en la práctica tal como dictaminan sus teorías, uno de estos ha sido el filosofo clásico Sócrates, al cual se le atribuyen muchas de estas características; otro bastante importante es Immanuel Kant, quien, de igual forma, se ganó el sobrenombre de: El Sócrates de Königsberg, por la coherencia entre su estilo de vida y la doctrina que profesaba. La evidencia anterior presenta de forma contundente los hechos que llevan a decir que la premisa de la ilustración de la liberación de hombre y de sus males, por medio del progreso público del saber y de la difusión de la cultura, no es acertada pues carece de elementos que en verdad, liberen al hombre del yugo que le es impuesto socialmente.

Podemos ayudarnos al momento de elaborar esta crítica de las palabras de Hegel en lo que conciernen al primer capítulo –La Ilustración- de su libro la fenomenología del espíritu, donde resalta como la ilustración se destruye a sí misma, puesto que ha generado un: “puro pensamiento inteligible y ha destruido todo lo que existía” y de esta forma, destruyendo todas las bases históricas e intelectuales hasta la época en su búsqueda insaciable de destruir la fe cristiana “se ha desmembrado y quebrantado a sí misma”. Síntesis clara que pasó al cura Meslier, que inmerso en la investigación y búsqueda de la más alta ilustración, termina por destruirse a sí mismo, sin guardar coherencia alguna entre sus pensamientos y sus actos.

Otro problema que se abordara en este escrito es la ausencia de la praxis en el pensamiento ilustrado, para lo que nos valdremos perfectamente del Fausto de Goethe que entabla una crítica desde la posición del pensamiento dialectico. Sería imprudente, para esto, no citar la obertura de la obra por parte de Fausto en su primer monólogo, donde termina convocando y hablando con un espíritu. Citaremos el principio: “¡Ah! Filosofía, jurisprudencia, medicina y hasta teología, todo lo he profundizado con entusiasmo creciente, y ¡heme aquí, pobre loco, tan sabio como antes! Es verdad que me titulo maestro, doctor, y que aquí, allá y en todas partes cuento con innumerables discípulos que puedo dirigir a mi capricho; pero no lo es menos que nada logramos saber. Esto es lo que me hiere el alma.”[3] Veamos entonces como el mundo del conocimiento no llena al hombre, sino, más bien, le arranca una parte de su naturaleza humana, le arrebata la experiencia y el error, la crisis y la crítica, dejando desarmado al más sabio. Pues el sentido de la vida, como ya lo vislumbraba Goethe está más relacionado a la acción que con cualquier cosa.

Una aclaración que nos plantea el texto base con respecto a la postura que adopta Fausto en la obra, tras negar su contento con La Ilustración, es no confundir bajo ninguna circunstancia que este pensamiento nuevo llevase a la irracionalidad y mucho menos a un romanticismo; pues él está volviendo en sí y observando el racionalismo a través de el espíritu del macrocosmos y de el espíritu de la tierra, los cuales respectivamente son la encarnación del racionalismo y del pensamiento dialectico, planteando de nuevo un problema, pero esta vez, dentro de otro problema, pues la forma en la que niega Fausto al espíritu del macrocosmos y como a su vez el espíritu de la tierra lo niega a él, es de vital importancia para entender de nuevo la relación: pensamiento versus praxis. De “tan solo un espectáculo” y de “naturaleza infinita” tilda Fausto a: el espíritu del macrocosmos negándolo en su inmensidad, en su totalidad, porque si de algo el hombre no es dueño, es de eso, de la totalidad, del cosmos, y Fausto creía estar convencido de ello. Asimismo, tras buscar en el espíritu de la tierra este lo rechaza de forma contundente y corta: “Te asemejas al espíritu que comprendes. No a mí.” y es en este momento como vemos claramente que Fausto comprende el macrocosmos pero busca con sus acciones el espíritu de la tierra; mostrando como su mente no está en concordancia con sus acciones, cayendo de nuevo en el problema planteado al principio: una notable separación entre razón y praxis.

Trascurrido esto, Fausto atiende a su experiencia y a lo que le dicta vivir por medio de la acción y se topa al mejor de todos en cuanto a la práctica: El Diablo, quien es encarnado en la obra por Mefistófeles, representa el boleto de entrada al mundo real, en el que la gente sufre, ríe, muere, llora, siente, y no solo se analiza tras unos lentes a lo lejos en un habitáculo lleno de pergaminos. Siendo este, el trecho que claramente desea seguir Fausto.

Alejándonos un poco de la rigurosidad del texto base de Lucien Goldmann, nos abriremos camino ahora, por la parcialidad y el pensamiento subjetivo con miras a la concepción contemporánea. Para dar paso a lo anterior, nos preguntaremos que veracidad y el por qué, de la negación de Goldman a una búsqueda de la irracionalidad por medio de la magia, el romanticismo y el misterio, pues como se rastrea perfectamente en el texto, a quien acude Fausto son espíritus, lo que nos muestra la naturaleza y parcialidad por parte de Goethe, de plantear algo que no fuese del todo claro, pues para estos –los espíritus- hay infinidad de explicaciones, mas sin embargo, ninguna se la puede tomar por verídica, lo que de por sí, marca un salto enorme al misterio. Apoyando lo dicho anteriormente, podríamos también inclinarnos con argumentos a decir que el espíritu del macrocosmos es una manifestación más de Dios, quien, por lo tanto, en ningún momento se aleja de su apuesta; tal como, el espíritu de la tierra igualmente representa al Diablo o Mefistófeles, como se lo quiera llamar. El hecho de plantear dos personajes tan subjetivos y plurales, es una muestra clara del misterio que envuelve la obra, que buscando siempre una racionalidad en el caos, se encuentra de frente, con que el caos tiene un orden perfectamente establecido: es aleatorio.

El espíritu del macrocosmos o Dios, que al parecer no tienen diferencia alguna, se caracterizan por representar un todo, un conocimiento absoluto, una experiencia absoluta, que de una u otra manera tiende alejarse cada vez mas tanto de la experiencia como del conocimiento del hombre; llevando a ambas, como resultado, hasta un extremo inhumano. Caso contrario representa el espíritu de la tierra o el Diablo, quien representa lo mundano, todo aquello que se entre mezcla generando un orden aleatorio en el mundo; es este, quien personifica el conocimiento y la experiencia humana, siguiendo lo anterior, las ideas por racionales o a priori que sean, necesitan ser permeadas por la práctica para agregar veracidad a ellas en virtud de sí mismas; igualmente vemos como el Diablo representa la tierra, lugar donde habita el hombre, y Dios, representa el cosmos, lugar a donde el hombre aspira llegar así sea violando su naturaleza misma. Recogiendo todo lo anterior, vemos con mayor claridad el planteamiento de Goldmann con base en la obra de Goethe, de que sea el Diablo y un pacto con este, la única forma de encontrar el camino a Dios. Esto último nos presenta una contradicción pues da a entender algo que compartimos: que Dios está en la naturaleza del hombre, por eso, este no debe ser buscado fuera de sí; con respecto a esta tesis, la experiencia y el conocimiento marcaria una brecha de incongruencias, pues un hombre en ningún caso podría tener un conocimiento absoluto[4] y mucho menos una experiencia absoluta, y buscar esto por medios mundanos y con miras a una experiencia cosmológica, sería absurdo.

Empatando con todo lo anterior, afirmaremos siguiendo la postura de Kant[5] con respecto a la ilustración, que solo el uso público de la razón y la libertad[6] puede llevar a una correcta ilustración, y es, precisamente este uso público lo que nos llevaría a concluir desde la misma teoría kantiana, que la promulgación razonable ante todo un abanico de lectores y jueces, llevase a una aceptación impartida por la razón misma, mas no por la fuerza. Siendo, entonces, la ilustración, como lo planteamos anteriormente: el abandono de todas esas rigurosidades impuestas y un lanzamiento a la vida desde la mayoría de edad; pues: “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad.”[7]Estando apto para abordar la razón desde sí mismo, planteándose en virtud de sí su camino a seguir, abandonando las tutelas forzosas, en las que se cae por pereza o cobardía. Siguiendo el camino ya esbozado por Kant, podremos decir firmemente que el conveniente principal del hombre es tener el valor suficiente para servirse de su propia razón y por eso el gran problema de La Ilustración es la rigurosidad, que lleva a ataduras sociales, en las que fácilmente se puede caer en error como lo hizo ya el cura Meslier.

____________________________________________________________________

[1] El término acá usado hace referencia al concepto de la superación de una corriente, al comienzo de una nueva época, subsistiendo a la anterior; diferencia clara si se usase el término postilustrado, que haría referencia solo a un contexto histórico, el fin de una época y la iniciación de otra.

[2] Goldmann, Lucien. La ilustración y la sociedad actual. Ensayo. Monte Ávila Editores, C.A. Página 16.

[3] Goethe, Johann Wolfgang von. Fausto. Ed. Sol 90. 2004. Página 19.

[4] El termino conocimiento absoluto no está aquí por azar, sino, hace referencia nuevamente a la critica planteada a la ilustración como la búsqueda de acaparar todo el conocimiento; extralimitando al hombre.

[5] Kant, Immanuel. Historia de la filosofía. Capitulo 1: ¿Qué es la ilustración? 1784. Sin más datos editoriales. Página 28.

[6] Veamos cómo evoluciona la teoría si se adiciona el concepto de libertad, como premisa para la vida en sociedad; y, como en un principio, fue este uno de los fallos de La Ilustración, como ya esta explicado.

[7] Kant, Immanuel. Historia de la filosofía. Capitulo 1: ¿Qué es la ilustración? 1784. Sin más datos editoriales. Página 25.

LA JUSTICIA: RASTREANDO UN CONCEPTO - JOHN RAWLS – LAWRENCE KOHLBERG



Establecer con certeza un sentido de la justicia es un cometido bastante alto, sin embargo, rastrear el sentido de ésta para intentar establecer de forma aproximada que la justicia es un acto humano cotidiano que se nos presenta de diferentes formas, y que solo repudiamos cuando vivimos su contra, la injusticia, y que perseguimos cuando somos tratados y la experimentamos de primera mano, la justicia. No sobra dejar por sentado que la justicia aunque éste presente en toda la vida, evoluciona buscando un nivel de abstracción cada vez mayor, pero en esta evolución se la puede encontrar en diferentes estadios a los cuales cada vez tiende a responder de forma menos concreta y más abstracta, interiorizando los preceptos que conforman dicha justicia hasta hacerlos propios y ser capaz de sentirlos como rectitudes[1] en virtud de si, mas no como imposiciones que tienden a la autoridad.

La justicia tiene dos estadios básicos fácilmente detectables, el primero de ellos responde a una autoridad y por consiguiente es una justicia que esta fuera de la persona, y conlleva en la gran mayoría de casos a un sentimiento moral –natural- igual a la culpa[2], y un segundo donde se presenta ya al individuo como un ser social que, por tanto, basa su vida en asociaciones que cambian su sentido igualmente con la evolución. En un principio son básicas y obedecen a preceptos muy particulares siendo asociaciones singulares, con el tiempo estas asociaciones cambian para el individuo y se tornan mucho más grandes, demostrando que el individuo es capaz de abstraer a tal punto asociaciones de carácter nacional o internacional, buscando por fin último una asociación universal, de personas que conciben, respetan y forman parte activa de un contrato social-moral establecido que consienten, con el ánimo de impulsar su desarrollo con miras a una pluralidad justa universal.

Para acreditar y corroborar lo expuesto anteriormente, se debe tener claro y aceptar, dos preceptos que dan pie y cabida a todo lo anterior y a lo que seguiremos exponiendo más adelante. El establecimiento primero de tres leyes psicológicas que obedecen a una evolución progresiva del ser humano que responderían a un intento de esquematizar tanto la justicia como la moral con el fin de dar orden e intentar generar una significación coherente, estas son[3]: 1. Dada una familia justa, el niño: por el manifiesto amor de los padres, llega él a quererlos también. 2. Partiendo de la ley primera, y conservando un estado justo, se generan vínculos amistosos con personas externas al núcleo familiar, y estos, se mantienen mientras ninguna de las partes asociadas rompa con sus deberes, obligaciones y derechos. 3. Cumplido con las dos leyes anteriores y desarrollado un sentido de la amistad o camaradería elevado y teniendo una participación activa en todas aquellas instituciones que consideramos justas, proporcionamos que otros conciban como justas estas instituciones y creamos un ambiente de justicia universal.

Los preceptos segundos son las bases sociales concretas que conllevan un correcto desarrollo moral y por consiguiente una evolución en la abstracción y apropiación del concepto de justicia para intentar de alguna forma llegar al estadio máximo de dicha escala. Plantearse un constante debe ser[4] en pro de una corrección sistemática de las falencias sociales, para idealizar una sociedad ordenada y justa donde la estructura básica sea el núcleo familiar, y el equilibrio entre las personas este dado por principios justos de un contrato social implícito más no existente[5].

El desarrollo moral básico va dictaminado por tres partes las cuales se caracterizan de forma tal, que coinciden con el desarrollo paralelo de la edad y por consiguiente de la justicia; entonces podríamos decir que la justicia necesariamente implica un desarrollo corporal y mental ligado a la edad, que terminaría por conllevar a una inevitable experiencia de vida, pues como dijimos anteriormente: es la experiencia de la injusticia, la genera un sentimiento de censura que impulsa a quien la ha vivido a intentar implantar sistemas justos, pues teniendo la experiencia de ambas, se generan estructuras mentales que respectivamente las censuran y apoyan; en parte, basados también en la experiencia, y en los sentimientos morales generados a partir de esta misma causa. Una moral utilitarista sin bases racionales, puesto que carece de principios que la adoctrinan, lleva al niño a pensar de forma equitativa, no porque él conciba la necesidad de la equidad como un precepto primordial para la cooperación y coexistencia con los demás, sino, como la única herramienta de la que se puede valer para que no dispongan lo otros más que él. Siendo así, el niño acude a la justicia equitativa de un modo utilitarista en el que piensa en función de si mismo y no abstrae a su par por lo que es en virtud de sí, puesto, que carece de principios justos morales, argumentados y racionales, sino, los concibe de forma natural[6] como la proyección de normas autoritarias que se le han plateado como única vía a seguir.

No es sino hasta la adolescencia avanzada cuando se empieza a distinguir la tercera persona por lo que es en cuanto a si misma, mas no por lo que es en cuanto a uno; este paso implica un complejo desarrollo de la estructura moral que lleva a exportar la idea de par fuera de sí, teniendo en cuenta al otro como un ente autónomo completamente separado de él. Cuando se logra este cometido las asociaciones singulares prosperan siempre y cuando, se respete de igual forma los estatutos y fines que presiden tal asociación. Siguiendo entonces con la secuencia de las leyes de la psicología moral, determinaríamos que un tercer estadio estaría comprendido por una aceptación racional de los preceptos que rigen la justicia y por tanto las entidades justas, teniendo en cuenta que son siempre hombres juiciosos los que emiten dichos veredictos, pensados para un conglomerado universal que por su mismo tipo –racional- debe obedecer a lo mismo. Por lo que son estos juicios aceptados de forma inteligible por todos aquellos que llegan a este ultimo estado moral, donde son, estos, los principios, aceptados en virtud de sí mismos y bajo ninguna circunstancia aceptados como imposiciones o actos incoherentes que se basan en exigencias sin peso racional ni moral.

* * *

Teniendo claro el cometido final de la evolución moral, establecemos un nuevo cambio importante en cuanto a los pasos de dicha evolución moral. Anteriormente hemos hablado de una importante diferencia entre sentimientos morales y sentimientos naturales, además de esto, hemos usado el término natural para establecer un paralelo con un estado pueril del individuo. Los sentimientos morales, responden a reacciones jerarquizadas por disposiciones complejas racionales, que llevan al individuo a hablar de una u otra determinada manera, siempre, siendo dicha manera, el modo más adecuado de proceder. Nótese de la breve definición anterior, que la peculiaridad de esta categoría es el alto contenido racional que da peso a este rótulo –sentimiento moral-. Los sentimientos naturales son, sin embargo, sentimientos en el sentido estricto de la palabra, por lo que no tienen peso ni validez racional alguna, estos están íntimamente ligados con las pasiones[7]; son en su gran mayoría los niños y los individuos que no logran superar la primera etapa del desarrollo de la justicia moral los que los sufren. Aclarando esta diferencia, podemos dar pie a explicar el por qué con la comparación del término natural a la concepción que tiene el niño en sí mismo; este último, actúa de determinadas maneras sin embargo no tiene unos preceptos justos o de cualquier otro tipo que lo lleven a comportarse de esa forma o de cualquier otra. Es por esto, que los niños actúan de manera natural, pues no tienen bases racionales que respalden sus actos, y son presididos en la gran mayoría de casos por normas impuestas por los padres o acudientes, que ellos –los niños- adoptan como único recurso a encajar a la sociedad, por lo tanto las adoptan nuevamente de manera utilitarista; es este último punto la explicación del porque atiende la forma natural al estado de desarrollo primario de los niños y algunos otros que se estancan en este proceso.

Aclarados ya, los temas de los sentimientos morales, naturales y del estado natural, podemos dar paso a la explicación final de la concepción de justicia, según la cual, se preside de sentimientos morales que dictaminan los pasos a seguir, como se dijo anteriormente, después de sentir cualquiera de ellos. Por esto, son el perdón y el olvido, dos sentimientos morales sin los cuales no podríamos avanzar, pues es solo de los errores que se pueden detectar las falencias y a partir de ahí mejorarlas con el fin de pensar en un constante debe ser. Es, entonces, la conducta moral la que se basa en gran parte de la aprobación de nuestros pares, sean estos compañeros, empleados, ciudadanos o simplemente humanos, pues son estos últimos el verdadero cometido de la justicia moral, pues son el auténtico fin universal.

* * *

A partir de este momento tenemos como único propósito el de precisar la justicia a través de la moral de los principios pues es la única que tiene el suficiente peso racional como para hacerlo. Por eso, esta –la justicia- se vive como un placer ideal de la cooperación humana justa, manteniendo un contrato social libre e implícito por su misma naturaleza en la sociedad. El individuo que alcanza este estadio, es consciente de su responsabilidad con todos los agentes morales racionales, por lo que genera una serie de principios propios que armonicen con los de su sociedad. Por lo tanto estos principios tienden a ser las bases individuales solidas que llevan al individuo a comportarse de determinada manera y a actuar con respecto a las leyes universales: en pro. Todo esto, termina por concluir que la normal universal por excelencia es el derecho que tiene el otro en virtud de sí mismo, de ser respetado, o en otras palabras, a respetar la libertad, el derecho y la dignidad de todos los seres humanos como entes individuales.

Por esto el hombre justo siente un compromiso ineludible con la justicia y no pasa por encima de ella bajo ninguna circunstancia, pues es consciente del compromiso personal que siente con ella, además, se tiene claro que gracias a ella, los arreglos y convenciones sociales, se mantienen vigentes. Hay que dejar por sentado que estos arreglos sociales poseen dos puntos en particular de vital importancia, que son: Proteger los derechos de las minorías y las personas en situación de desventaja, y, el bienestar social en universal. Para seguir estos planteamientos a nivel general se plantea una justicia pública que se encarga de jerarquizar las propiedades de los derechos, para implantar de manera ordenada que organismos tienen poder sobre otros, para resolver inconvenientes y tomar decisiones cuando, existe conflicto con alguno de estos de menor jerarquía. Con respecto a todos estos organismos o instituciones justas, todos los seres morales racionales se ven en la obligación por sus principios morales individuales de apoyar a todas estas instituciones, el fin de estas instituciones y todos los seres que las apoyan es pensar en un bien de la humanidad como un todo.

Todo lo anterior plantea, por lo tanto, que sea la justicia establecida por personas justas, lo que nos lleva a un circulo que no nos da más escapatoria que plantear una definición de justicia para poder entrar en él y seguir avanzando en esta recta final. Por esto, sería una acotación coherente con todo lo anterior y pertinente para el momento del desarrollo de la obra en la que nos encontramos, comentar que: la justicia se funda y es, por tanto, el concepto de reciprocidad que reconcilia los puntos de vista de uno mismo y de los demás como personas morales, racionales e igual. Es por tanto, la justicia el conglomerado de términos y preceptos que todos reconocen como justos, y que por ser guiados por personas juiciosas responden a un ideal de amor a la humanidad, de forma racional, libre, moral y equitativa. El equilibrio de estas personas yace por tanto, al mismo tiempo, en los principios de justicia. Es el círculo de conceptos[8] planteado anteriormente al que debemos intentar penetrar para vislumbrar más claramente que es la justicia, por ahora, tomaremos lo anterior como la base sobre la cual podamos dar el siguiente paso en la definición, teniendo en cuenta que el que carece del sentido de justicia, carece de noción de humanidad, por lo que, podemos decir que, además de lo anterior, la justicia es un ejercicio completamente humano que también nos da fin; siendo esta la que asimismo da sentido a la sociedad sin una autoridad y una justicia arbitraria y opresiva, siendo dicha sociedad libre y desarrollada moralmente; pues la justicia no es el cumplimiento a cabalidad de exigencias impuestas, sino patrones racionales de conducta con bases coherentes y morales.



____________________________________________________________________


[1] Al referirse a rectitudes se alude el concepto de lo que es correcto, o está bien hecho, partamos de: lo correcto y bueno es diferente para cada individuo pero en nuestro caso, por suponer un individuo racional que acepta leyes establecidas por su condición natural –de racional- entiende que es el bien aquello a lo que todo tiende, como lo expuso Aristóteles en Ética a Nicomaco, y por consiguiente lo correcto es aquello que tiene por fin o por base el bien o lo bueno.

[2] La referencia de sentimientos morales, obedece a que una trasgresión de la norma por parte de un ser en su estado más precoz, que es, por lo tanto, menos desarrollado moralmente, esta representa un sentimiento de culpa estrictamente natural –intentaremos más adelante procurar establecer la diferencia entre sentimientos morales y naturales-.

[3] Acá las expondremos de forma básica, para una mejor compresión del asunto remítase a: Rawls, John. Teoría de la justicia, capitulo 8: Un sentido de la justicia, páginas 443 a 448.

[4] Pensar en un constante “debe ser” y tenerlo como meta, es el primer paso para dejar de vivir un “es” injusto y copado de errores. Para esto se debe partir de que la imperfección es el punto de partida más positivo para idear y articular, primero teóricamente, un “debe ser” para la sociedad y todas las cosas en general.

[5] Este contrato social que se plantea es aquel que se va generando por aprobación de todos las partes de manera no formal, pues este no implica un dialogo directo o unas prohibiciones jurídicas denotadas claramente, son, en otras palabras, prohibiciones que pauta la misma sociedad para establecer un orden dentro de sí misma; mas no implica en ningún momento aspectos legales, pues es la sociedad misma quien se encarga de separar y castigar a los que trasgreden dicho contrato.

[6] Se pretende crear un paralelo con los sentimientos morales, en cuanto al uso de la palabra dentro del término.

[7] Entiéndase por cualidad de las pasiones, que de estas se padecen, y por tanto, no hay razón humana que pueda controlarlas fácilmente.

[8] Se pretende dar la idea de un círculo que, perfecto, no deja escapar nada de si, ni permite entrar nada dentro de sí.

jueves, 17 de diciembre de 2009

EL PRINCIPITO (LE PETIT PRINCE)


Antoine de Saint-Exupery, aviador y militar nacido en Lyon en 1900, de familia noble. Fue estudiante de la Universidad de Friburgo, para después emprender su servicio militar en 1921. A sus 43 años escribe EL PRINCIPITO como un recuento de su vida y trabajo como aviador. Es tal, que uno de los protagonistas por poco correspondería con el mismo Saint-Exupèry, pues es un aviador caído en el desierto el cual se encuentra con aquel pequeño personaje de ojos claros y cabellos de oro, quien con pocas palabras le hace entender que la belleza del desierto yace en el pozo que no se ve.

Es el viaje de este pequeño príncipe por el universo lo que nos acaece en esta ocasión, pues aprovechando la migración de las aves se escapa del pequeño asteroide en el que vive, donde solo hay una rosa, muchos boababs, que son árboles que al crecer harían explotar su planeta, tres volcanes, dos activos y uno inactivo; en lo cual ocupa todo su tiempo. En una vida un tanto feliz y otro tanto monótona, parte buscando un poco más, esperando encontrar a otros como él, o ser comprendido por alguien más.

La trama del libro aunque un poco sencilla e infantil, tiene mensajes bastante profundos y una que otra metáfora algo complicada de redactar con palabras complejas o discursos de adultos. La historia de la obra se puede partir de forma básica en dos partes fundamentales, la primera en donde se empieza a percibir de forma más suave el cambio de ambiente del protagonista; generando situaciones que harían la función de puente entre la realidad de vida y la estadía en la tierra de EL PRINCIPITO. La segunda parte de la historia es cuando ya se embarca a sus aventuras en la tierra, donde descubrirá que los niños son unos afortunados pues perciben las cosas tal y como son, con su magia y misterio.

En la primera transición de la trama o historia, recorre seis planetas, en donde encuentra un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, con lo cual no queda satisfecho por lo vacías que son estas personas, pues cuando llegó donde el rey, este le creyó un lacayo; donde el vanidoso, un admirador; al llegar donde el borracho, este demostró la pena que cargaba por su vicio; el hombre de negocios, lo ignoró pues estaba bastante ocupado haciendo cuentas de algo que no tenia y no le pertenecía, las estrellas. De este aprendió que no vale de nada ser rico y estar solo; el siguiente fue un farolero, del que termino diciendo que de él tal vez sería el único del que podría llegar a ser amigo, pues su ocupación no es sobre él, sino sobre algo más bello, tanto como el despertar y el dormir de una flor; por ultimo llego donde el geógrafo, el cual lo confundió con un explorador, pero gracias al cual llego a la tierra.

En esta primera parte, ya empezamos a rastrear la figura de EL PRINCIPITO no solo como un personaje, sino como el baúl guardado con recelo en lo más profundo de la memoria, pero, para poder entender lo que hay dentro de ese baúl, debemos primero entender cómo fue que terminamos con él en nuestras mentes; para eso no sirve lo que dijimos sobre los seis planetas habitados por seis hombres muy diferentes, a simple vista, pero que perfectamente podrían dar una idea de la realidad humana.

Estos seis hombres representan diferentes características de la humanidad, pues se cree, el rey del mundo, como si pudiese acabar con todo a diestra y siniestra, la humanidad es vanidosa y arriesga mucho a cambio de gratificación banal y estúpida, la humanidad carga una pena, entre tantas y es el vicio, que corrompe y justifica actos de todo tipo, la humanidad vende la tierra, vende pedazos de seres vivos comercia con la naturaleza, la humanidad vende algo que no le pertenece, pero todos estos hombres pasan por serios, ocupados, siendo en sí, hombres vacios, hombres que crean una humanidad hueca; pero no todo es malo, esta también aprende que el arte libera, que lo bello es más importante y a la larga vale más que todos los diamantes y todo el oro junto, además la humanidad tiene una cualidad que la ha llevado a hacer cosas buenas pero también malas, la humanidad explora, todo humano es como aquel geógrafo que pregunta de volcanes, montañas y caminos, de tierras lejanas y cuerpos y animales y todo aquello que pueda pasar por nuestra mente que aunque corrompida; muy brillante es.

Habiendo aclarado y comentado esta cierta analogía entre estos hombres y nuestra humanidad, es más fácil, intentar explicar lo que es EL PRINCIPITO si se intenta escudriñar en lo más profundo del sentido del texto. Este es el espíritu infante que hay en todos y cada uno de nosotros, pero que con el tiempo va siendo relegado a un espacio cada vez más y más pequeño de nuestro ser, de nuestra esencia, a tal punto que queda olvidado por completo y arrinconado en un pequeño espacio, dentro de un baúl con llave.

Es, entonces, EL PRINCIPITO, el vestigio olvidado de una época pasada que espera con ansia ser liberada, o en otras palabras, es esta la imagen correspondiente a la infancia almacenada es nuestro cerebro, pero relegada al más pequeño y lejano planeta de nuestro universo, o esté, en el asteroide B 612.

Ya que tenemos la imagen versus el recuerdo, creado en la mente, por lo tanto podemos terminar con este viaje fantástico y conquistador, con nuestra última y más importante parada… La tierra. Es acá donde EL PRINCIPITO, conoce más gente, hace amigos o más bien los domestica, y lo más importante, enseña a un terrícola, cual es la magia del planeta donde vive; le enseña a no mezclar las cosas y a no confundirlo todo, EL PRINCIPITO llega a un planeta raro, seco, puntiagudo y salado.

Este niño un sabio, hasta que pierde la inocencia o algo parecido es lo que intenta decir la filosofía clásica, y es cierto, no hay lógica más pura que la de niño, ni más sabia que la de un anciano, es por esto que EL PRINCIPITO llega a la tierra y aprende de ella, aprende de los lobos, de las flores y de las serpientes. No hay razón, para que todos los perros sean iguales, pues son únicos para sus dueños, quienes con el cariño y el tiempo perdido o más bien invertido en ellos, se han vuelto únicos por ese vínculo tan profundo pero tan difícil de dilucidar, que se pierde en el cotidiano de las relaciones.

Es este joven príncipe, que nos quiere hacer caer en cuenta, que no se es lo que se viste, ni lo que se come, se es lo que se piensa y lo que se es en SI, se es por lo otros, pero también se es por uno mismo, Saint-Exupéry, intenta decirnos que no valemos nuestro salario o nuestro auto, valemos aquello que no se puede ver con los ojos, pues lo esencial es invisible para la mirada común, y solo con el corazón se puede ver bien.

Y es por esto que la magia de las cosas reside en ese rincón mágico, donde lo que verdaderamente importa es invisible, donde hay que cerrar los ojos y andar al paso que el corazón dicte, es por eso que el desierto donde cayó EL PRINCIPITO es mágico, porque al pozo, que canta mientras el cántaro sube por medio de él, solo se llega si se busca con el corazón.

Es por todo lo anterior, que podemos plantear a EL PRINCIPITO como la imagen relevante del crecimiento absurdo del mundo contemporáneo, de la perdición a causa de todos aquellos factores externos que llevan al ser humano a convertirse en una máquina alejada de la sociedad, alejada de la realidad. Una sociedad devastada, por falta de principitos, es lo que se vive actualmente, porque ahora vale más un título, unos años y una ropa, mucho más que una buena vida y un ideal por el cual morir, es por todos aquellos hombres que van por la vida siendo serios y ocupados, que nos pasamos la vida intentado responder preguntas que nunca se han planteado, vendiendo cosas que no son nuestras y olvidando lo que realmente es importante: la esencia de las cosas y de las personas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Les Luthiers


Les Luthiers, grupo de comedia argentino fundado por Gerardo Masana en la década del 60 y con vigencia actual (Realmente vale la pena escucharlos). Entre sus mejoras obras, a mi parecer, están, Cartas de color, La tanda, La gallina dijo eureka, Pieza en forma de tango, Iniciación a las artes marciales, entre otras tantas. Aunque hay una serie de fraces que sin lugar a dudas, hablan por si solas, y sin mas, las fraces:

  1. Todo tiempo pasado. Fue anterior
  2. Tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria
  3. Pez que lucha contra la corriente, muere electrocutado
  4. Los honestos son inadaptados sociales
  5. El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer… se le desarrollen ambas condiciones
  6. Si la montaña viene hacia ti…? ¡CORRE! Es un derrumbe
  7. Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro
  8. No soy un completo inútil… por lo menos sirvo de mal ejemplo
  9. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema
  10. Una mujer me arrastro a la bebida, y nunca tuve la cortesía de darle las gracias
  11. Errar es humano, pero echarle la culpa al otro es aun más humano todavía
  12. Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe
  13. Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto
  14. Es bueno dejar el trago, el problema, es no acordarse donde
  15. La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido
  16. La verdad absoluta no existe, esto es absolutamente cierto
  17. Hay un mundo mejor, pero es carísimo
  18. La mujer que no tiene suerte con los hombres, no sabe la suerte que tiene
  19. La pereza es la madre de todos los vicios, y como madre hay que respetarla
  20. Si un pajarito te dice algo, debes estar loco, pues los pájaros no hablan
  21. No te tomes la vida en serio, al fin y al cavo no saldrás vivo de ella
  22. Felices los que nada esperan, porque nunca serán defraudados
  23. Lo triste no es ir al cementerio, sino quedarse
  24. Hay dos palabras que le abrirán muchas puertas, “Tire” y “Empuje”
  25. De cada diez personas que miran televisión, cinco, son la mitad

Sitio oficial: Aquí

lunes, 9 de noviembre de 2009

ANALITICA DEL PLACER EN KANT


Para el tema que acontece esta entrada de filosofía, de la pequeña caja de mis pensamientos, considero que sería interesante hablar de uno de los Filósofos más importantes de la modernidad, y por esto, es de lo más pertinente hablar de Immanuel Kant o como muchos le conocen, el “Sócrates de Königsberg”. Como pocos, fue uno de los escasos filósofos que vivió tal cual pensó. Todo un maestro en la filosofía analítica, que tiene un amplio abanico de obras éticas inéditas, entre la que destaca: “Crítica de la razón práctica” o “Kritik der praktischen Vernunft”. Obra de la cual se procederá a tratar en este hecho.

El Placer Kantiano remonta sus principios conceptuales a la Facultad Superior de Desear, desde la cual parten la Voluntad, La Acción y por último pero más importante el Placer. Dicha facultad debe su orden meramente al entendimiento; rechazando toda conexión posible con los sentidos, que implican desarrollo empírico, promoviendo las inclinaciones del ser.

El Deseo concierne a la vida práctica, por lo que es este dictado desde la Razón Pura Practica, por lo que acertásemos si decimos que la única forma de que se desenvuelva este es dejando de lado los sentidos (sentimientos) y obrando por el neto entendimiento. El Deseo, es por consiguiente, la obra de la razón materializada pero de igual forma no perturbada por las inclinaciones del ser, que llevan al mismo a ejercer por medio de los sentidos.

Es entonces, cuando el Deseo, propicia la Voluntad que conduce al ser al desarrollo de la acción siempre buena o en búsqueda de un fin de igual naturaleza; el correcto desarrollo de la acción es siempre en pro de determinada terminación del individuo en SÍ, aconteciendo la gratificación de este, el Placer, que es a su vez una Forma, mas no, un Materia, pues esta ultima lo es si y solo si cuando es individualizado sin perder la objetividad de la Forma.

La Forma del placer, es en su sentido una Abstracción Pura, tanto es esta solo dictaminada por la Razón Pura, pues Placer es uno para todos, más no se experimenta así por todos los seres, ya que hay tantas formas de percibirlo como seres sean capases de abstraerlo. Lo que quiere decir que Placer es aquel sentimiento gratificante que se presenta dentro del ser, más no que todos los seres deban sentir el mismo Placer por los mismos hechos del caso.

El Placer es entonces solo importante no en cuanto a sus cualidades, sino en cuanto a que cantidad lo puede obtener Determinado ser. Hallando al Placer como la representación del Fundamento de la Determinación del Deseo; aspecto que hayamos bastante obvio pues es el Placer la base por medio de la cual se motiva al ser a Desear esperando poder nuevamente representar dicha acción conclusiva en Placer. Cabe aclarar que la representación hablada ante el Fundamento de la Determinación del Deseo, es algo que lleva a pensar que mencionado Fundamento es manipulado desde los sentidos, reflexión que es correcta; recordando y teniendo siempre presente que es la Materia del Placer la susceptible a las inclinaciones del ser, ocurriendo todo lo contrario con la Forma.

Concluyendo este aspecto determinamos que el Placer es aquello por lo que se Desea siendo en si un fundamento de la Facultad Superior de Desear, que es meramente por su hecho de Superior pertinente a la Razón Pura. Siendo el entendimiento quien guía el deseo desde la representación de Placer que existe tomada desde la experiencia en la mente del ser, exhortando como conciencia final a la Razón Pura Practica.

Ahora bien (en segundo lugar) es el Placer una Facultad de la acción ya que se este estimula el Deseo desde la representación ya almacenada en la mente del individuo, porque lo que se debe afirmar que es el Placer un motor racional por medio del cual el individuo desarrolla sus acciones, pues no hay nada mas grato que el Placer tras concluir cualquier acto del cotidiano.

Suponiendo todo lo anterior, es el gusto quien Determina la acción que el individuo debe realizar, pues es este quien conlleva siempre a aun Placer que busca el bien por su condición de Voluntad direccionada desde la Facultad Superior de Desear; por lo que se consigna de forma imperativa que la razón está siempre en todos los momento del actuar humano y que solo este tiene potestad desde sus inclinaciones para buscar el bien en la Materia que supone el Placer.

En un mundo ideal kantiano, todos los seres que allí residan y sean de naturaleza racional, deben obedecer a una Determinación guiada desde la Razón Pura, pero siempre enfocada a una Razón Pura Practica del diario vivir. Es por esto que la filosofía Kantiana es tan difícil de que sea aplicada al mundo, puesto que es casi imposible que todos los seres que se reconocen dentro de la naturaleza racional, respondan de la manera correcta frente a los problemas más críticos en los que se debe hacer cumplir La Ley Universal de la Razón, y no acudan a una rápida respuesta de sus sentidos, acto que contrariaría de forma radical la filosofía Kantiana. Por lo que atinaríamos si concluimos que: El mundo está Determinado por las acciones que hagan sus habitantes y siendo estas siempre en búsqueda de un fin bien absoluto y racional, testificaríamos que el mundo está gobernado por el gusto de sus habitantes desde la Facultad Superior de Desear.

domingo, 8 de noviembre de 2009

CURSO BASICO DE MACHISMO


El racismo y el machismo beben en las mismas fuentes y escupen palabras parecidas. Según Eugenio Zaffaroni, el texto fundador del derecho penal es El martillo de las brujas, un manual de inquisición escrito contra la mitad de la humanidad y publicado en 1546. Los inquisidores dedicaron todo el manual desde la primera hasta la última página, a justificar el castigo de la mujer y a demostrar su inferioridad biológica. Ya las mujeres habían sido largamente maltratadas por la biblia y por la mitología griega, desde los tiempos en que la tonta de Eva hizo que dios nos hechara del paraíso y la atolondrada Pandora destapo la caja que lleno al mundo de desgracias. “La cabeza de la mujer es el hombre”, había explicado san Pablo a los corintios, y diecinueve siglos después Gustave Le Bon, uno de los fundadores de la psicología social, pudo comprobar que la mujer inteligente es tan rara como un gorila de dos cabezas. Charles Darwin reconocía algunas virtudes femeninas, como la intuición, pero eran “virtudes características de las razas inferiores”.

Ya desde los albores de la conquista de América, los homosexuales habían sido acusados de traición a la condición masculina, el más imperdonables de los agravios al señor, quien, como su nombre lo indica es macho. En nuestros días, se acusa a las lesbianas de traición a la condición femenina, porque esas degeneradas no reproducen la mano de obra.

La mujer, nacida para fabricar hijos, desvestir borrachos o vestir santos, ha sido tradicionalmente acusada, como los indios, como los negros, de estupidez congénita. Y ha sido condenada, como ellos, a los suburbios de la historia. La historia oficial de las Américas sólo hace un lugarcito a las fieles sombras de los próceres, a las madres abnegadas y a las viudas sufrientes: la bandera, el bordado y el luto. Rara vez se menciona a las mujeres europeas que protagonizaron la conquista de América o las mujeres criollas que empuñaron la espada en las guerras de independencia, aunque los historiadores machistas bien podrían, al menos, aplaudirles las virtudes guerreras.

Y mucho menos se habla de las indias y de las negras que encabezaron algunas de las muchas rebeliones de la era colonial. Esas son las invisibles; por milagro, aparecen muy de vez en cuando, escarbando mucho. Hace poco, leyendo un libro sobre Surinam, descubrí, a Kaála, jefa de libres, que con su vara sagrada conducía a los esclavos fugitivos y que abandonó a su marido, por ser flojo de amores, y lo mató de pena.

Como también ocurre con los indios y los negros, la mujer es inferior, pero amenaza. “Vale más maldad de hombre que bondad de mujer”, advertía el Eclesiastés (42, 14). Y bien sabía Ulises que debía cuidarse de los cantos de sirenas, que cautivan y pierden a los hombres. No hay tradición cultural que no justifique el monopolio masculino de las armas y de la palabra, ni hay tradición popular que no perpetúe el desprestigio de la mujer o que no la denuncie como peligro. Enseñan los proverbios, transmitidos por herencia, que la mujer y la mentira nacieron el mismo día y que palabra de mujer no vale un alfiler, y en la mitología campesina latinoamericana son casi siempre fantasmas de mujeres, en busca de venganza, las temibles ánimas, las luces malas, que por las noches acechan a los caminantes. En la vigilia y en el sueño, se delata el pánico masculino ante la posible invasión femenina de los vedados territorios del placer y del poder; y así ha sido desde los siglos de los siglos.

Por algo fueron mujeres las víctimas de las cacerías de brujas, y no sólo en los tiempos de la inquisición. Endemoniadas: espasmos y aullidos, quizás orgasmos, y para colmo de escándalo, orgasmos múltiples. Sólo la posesión de Satán podía explicar tanto fuego prohibido, que por el fuego era castigado. Mandaba Dios que fueran quemadas vivas las pecadoras que ardían. La envidia y el pánico ante el placer femenino no tenían nada de nuevo. Uno de los mitos más antiguos y universales, común a muchas culturas de muchos tiempos y de diversos lugares, es el mito de la vulva dentada, el sexo de la hembra como boca llena de dientes, insaciable boca de piraña que se alimenta de carne de machos. Y en este mundo de hoy, en este fin de siglo, hay ciento veinte millones de mujeres mutiladas del clítoris.
No hay mujer que no resulte sospechosa de mala conducta. Según los boleros, son todas ingratas; según los tango, son todas putas (menos mamá).

En los países del sur del mundo, una de cada tres mujeres casadas recibe palizas, como parte de la rutina conyugal, en castigo por lo que ha hecho o por lo que podría hacer:

  • Estamos dormidas – dice una obrera del barrio Casavalle, de Montevideo – Algún príncipe te besa y te duerme. Cuando te despertás, el príncipe te aporrea.
Y otra:

  • Yo tengo el miedo de mi madre, y mi madre tuvo el miedo de mi abuela.

Confirmaciones del derecho de propiedad: el macho propietario comprueba a golpes su derecho de propiedad sobre la hembra, como el macho y la hembra comprueban a golpes su derecho de propiedad sobre los hijos.

Y las violaciones, ¿no son, acaso, ritos que por violencia celebran ese derecho? El violador no busca, ni encuentra, placer: necesita someter. La violación graba a fuego una marca de propiedad en el anca de la víctima, y es la expresión más brutal del carácter fálico del poder… En los Estados Unidos, se viola una mujer cada seis minutos. En México, una cada nueve minutos. Dice una mujer mexicana:

  • No hay diferencia entre ser violada y ser atropellada por un camión, salvo que después los hombres te preguntan si te gustó.

Las estadísticas solo registran las violaciones denunciadas, que en América Latina son siempre muchas menos que las violaciones ocurridas. En su mayoría las violadas callan por miedo. Muchas niñas, violadas en sus casas, van a parar a la calle: hacen la calle, cuerpos baratos, y algunas encuentran como los niños de la calle, su morada en el asfalto.

Dice Lélia: catorce años, criada a la buena de dios en las calles de Río de Janeiro:

  • Todos roban. Yo robo y me roban.

Cuando Léila trabaja, vendiendo su cuerpo, le pagan poco o le pagan pegándole. Y cuando roba, los policías le roban lo que ella roba, y además le roban el cuerpo.

Dice Angélica, dieciséis años, arrojada a las calles de ciudad de Méjico:

  • Le dije a mi mama que mi hermano había abusado de mí, y ella me corrió de la casa. Ahora vivo con un chavo, y estoy embarazada. El dice que me va a apoyar, si tengo niño. Si tengo niña, no dice.

“En el mundo de hoy, nacer niña es un riesgo”, comprueba la directora de UNICEF. Y denuncia la violencia y discriminación que se padece desde la infancia, a pesar de las conquistas de los movimientos feministas en el mundo entero. En 1995 en Pekín, la conferencia internacional sobre los derechos de las mujeres revelo que ellas ganan, en el mundo actual, una tercera parte de lo que ganan los hombres, por igual trabajo realizado. De cada diez pobres siete son mujeres; apenas una de cada cien mujeres es propietaria de algo. Vuela torcida la humanidad, pájaro de una sola ala. Se reconoce cierta utilidad de la mujer en la casa, en la fábrica o en la oficina, y hasta se admite que puede ser imprescindible en la cama o la cocina, pero el espacio público está virtualmente monopolizado por los machos, nacidos para las lides del poder y la guerra. Carol Bellamy, que encabeza la agencia UNICEF de las naciones unidas, es un caso frecuente. Las naciones Unidas predican el derecho a la igualdad, pero no lo practican: al nivel alto, donde se toman decisiones, los hombres ocupan ocho de cada diez cargos en el máximo organismo internacional.

NUNCA MÁS LAS MUJERES COMO ESCLAVAS.

Tomado del libro de Eduardo Galeano "PATAS ARRIBA" TM editores Bogotá
Reproduce: CINEFORO
Versión digital por Mabzacadas